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viernes, 12 de febrero de 2010

¿Cuánta libertad le debo dar?

Cuando los niños entran en la adolescencia ruegan que sus padres les den mayor libertad. En cambio los padres tienen que balancear entre su deseo de fomentar mayor confianza en sí mismos, mayor capacidad por valerse por sí mismos y el conocimiento de que el mundo puede ser un lugar muy peligroso y amenazante para la salud y la seguridad de los niños.
Algunos padres les dan demasiada libertad en ciertas cosas indebidas, o les dan demasiados privilegios antes de que los adolescentes estén adecuadamente preparados para ellos. Otros padres pecan por mantener un control demasiado rígido con los hijos, negándoles las oportunidades que necesitan para madurar y aprender a tomar decisiones por sí mismos, y aceptar las consecuencias de las mismas.
Los estudios científicos nos indican que los adolescentes se desarrollan mejor cuando mantienen un enlace fuerte con sus padres pero al mismo tiempo se les permite tener sus propios puntos de vista e inclusive estar en desacuerdo con ellos. Aquí les damos algunos consejos para poder balancear entre la cercanía y la independencia:
  • Fije límites. Todos los niños se resisten a los límites que se les imponen, pero a la misma vez los desean y los necesitan. En un mundo que cada día es más agitado para los adultos y los jóvenes, los límites ofrecen un sentido de seguridad. Frecuentemente, los adolescentes se sienten mal queridos si sus padres no les imponen límites. Los límites son más fáciles de fijar cuando se comienza cuando los niños son pequeños. Es más difícil, pero no imposible, fijar límites durante los primeros años de la adolescencia.
  • Hable claramente. La mayoría de los adolescentes responden mejor a las instrucciones específicas que se repiten regularmente. Como señala la maestra de secundaria Sharon Sikora, "No diga solamente, 'Quiero que limpies tu cuarto' porque a veces no saben bien qué significa este pedido. Diga mejor, sin buscar argumentos, 'Así es como yo defino un cuarto limpio.' Ellos pueden responder, 'No me gusta la lámpara en aquel rincón, la quiero aquí.' Hay que darles suficiente libertad para que se expresen".
  • Dele opciones razonables. Cuando existen varias opciones los adolescentes están más dispuestos a aceptar consejos. Por ejemplo, usted le puede recordar a su hijo que tiene que acabar su tarea de álgebra antes de irse a la cama, pero le puede dar a escoger si prefiere hacer la tarea antes o después de la cena. O le puede decir a su jovencita de 14 años que no puede andar con sus amigas en la sala de juegos electrónicos un sábado de noche, pero que puede invitar a un grupo de amigas a su casa a ver películas.
Si usted utiliza el buen humor y la creatividad al ofrecer varias opciones, será más fácil que su hijo las acepte. Una maestra no podía conseguir que su hija colgara su ropa limpia o depositara la ropa sucia en su cesto. Así que le dio dos opciones -- o toda la ropa se tenía que levantar o toda la ropa se quedaría en el piso. "Por un rato estuve lavando la ropa y dejándola en montones en el piso," recuerda la maestra. "Me volvió loca pero al fin funcionó." Después de dos semanas su hija se cansó de buscar su ropa en el piso y comenzó a recoger su ropa.
  • Otorgue la independencia en etapas. Según vaya incrementando la madurez y la responsabilidad de un adolescente, usted puede darle mayores privilegios. Quizás al principio le dé la oportunidad de escoger sus zapatos, siempre y cuando no cuesten más de una cierta cantidad. Más tarde le puede permitir que haga sus propias compras -- con el acuerdo que no le quitará las etiquetas a la ropa hasta que usted apruebe su selección. Eventualmente le puede dar una cantidad fija de dinero para que se compre la ropa a su gusto.
  • La salud yseguridad son primero. La mayor responsabilidad como padres es proteger la salud y la seguridad de su hijo. Él necesita saber que el amor que usted le tiene exige que usted prohíba ciertas actividades u opciones que amenacen su salud o su seguridad. Hágale saber claramente cuáles son las cosas que usted define como amenazas a su salud y seguridad -- y la de otros -- y no permita ni excusas ni excepciones. A veces resulta difícil imponer estos límites porque los adolescentes suelen sentir que nada los puede lastimar. Los adolescentes sienten que todo lo que están viviendo es nuevo y único, pero al mismo tiempo creen que lo que les ha sucedido a otros no les puede suceder a ellos. Sus creencias se basan en el hecho de que la adolescencia es la etapa más saludable de la vida. Durante esta etapa, las enfermedades serias no son comunes y las enfermedades mortales son extremadamente raras. Lo que hay que enfatizar es que, a pesar de que ellos gocen de un estado de salud admirable, la violencia y los accidentes son causas mayores de muerte y lesiones graves entre los adolescentes.
  • Rehúse aceptar opciones que limiten el futuro. No vale la pena pelear por todo. Aunque quizás ofenda su sentido estético el que su hijo prefiera ponerse una camisa que no va con sus pantalones, esta no es una opción que le limitará en su futuro. Aunque los adolescentes van adquiriendo mayor conciencia sobre el futuro, todavía carecen de las experiencias necesarias para comprender a fondo cómo una decisión que toman hoy les pueda afectar en el futuro. Aunque hayan escuchado decir que el fumar es dañino para la salud, quizás no comprendan lo que significa morirse de cáncer del pulmón a la edad de 45 años. Hablen con sus hijos sobre las consecuencias de las decisiones que toman. Ayúdenlos a entender que existen buenas y malas decisiones y que saber la diferencia entre la una y la otra puede hacer la diferencia en sus vidas. Hágale entender a su hijo que usted es el "guardián de las opciones" hasta que él sea lo suficientemente maduro y responsable para tomar el cargo: Quizás así evite que falte a la escuela o que deje de tomar las clases difíciles que lo prepararán mejor para los estudios universitarios.
  • Guíelo, pero resista la tentación por controlarlo. En la sección anterior hablamos sobre la importancia de adoptar una actitud balanceada entre imponer reglas duras y darles demasiada libertad. Con la mayoría de los adolescentes, la manera más fácil de alcanzar este balance es al guiarlos sin controlarlos. Los adolescentes necesitan oportunidades para explorar distintos roles, probar nuevas personalidades y experimentar. Lo cual implica que cometerán errores y deberán aprender a aceptar los resultados. Pero los padres necesitan guiarlos para que los jovencitos eviten cometer demasiados errores.
Usted puede ser un buen guía al escuchar cuidadosamente y hacer preguntas que ayuden a que su hijo reflexione sobre las consecuencias de sus acciones: "¿Qué sucedería si permites que un amigo borracho te traiga a casa?" Sus consejos serán más aceptados y apreciados si usted también le pide consejos y los sigue, siempre y cuando sean razonables: "¿Qué cocinamos para la fiesta de cumpleaños de papá?" "No tengo que trabajar el sábado. ¿Hay algo especial que quieres que hagamos?"
La línea divisoria entre guiar y controlar puede ser distinta para cada persona.Algunos niños, ya sea que tengan 7 o 17 años de edad, necesitan mayor firmeza y menos privilegios que otros niños de la misma edad. Una maestra nos explica cómo las diferencias en el comportamiento de sus dos adolescentes crearon la necesidad de definir los límites para cada uno: "Mi hija entendió muy bien que si se suponía que llegara a las doce de la noche, esto significaba que debía estar tras puertas cerradas antes de las 12, o ya debería haber llamado de la sala de urgencia para informarles que se había partido una pierna. Mi hijo, 15 meses menor que ella, pensaba que la misma regla significaba que la hora de llegada de las 12 significaba que a las 11:59 nos llamaría para informarnos que llegaría después de comerse la pizza que él y sus amigos acababan de pedir y después de haber dejado a seis de sus amigos en sus casas."
  • Permita que cometan errores. Todos queremos que nuestros hijos lleguen a ser adultos que puedan resolver sus problemas y tomen buenas decisiones. Estas habilidades son parte íntegra de la independencia. Sin embargo, para desarrollar estas habilidades, los adolescentes quizás necesiten fracasar un poco, siempre y cuando los riesgos no sean demasiado serios y ni la salud ni la seguridad peligren. Cometer errores también les enseña una destreza muy importante -- cómo recobrarse de un mal paso. Es muy difícil que un jovencito aprenda cómo levantarse por sí mismo y comenzar de nuevo si sus padres siempre lo rescatan de las dificultades de la vida.
  • Asegúrese que las acciones traigan consecuencias. Si usted le dice a su hijo que debe llegar a casa a las 10 de la noche, no ignore su llegada a casa a las doce. Usted pierde su credibilidad con su hijo si no le hace sufrir las consecuencias por haber llegado dos horas tarde. Sin embargo, el castigo debe ser proporcional a la ofensa. Un castigo de seis semanas interfiere con los planes de toda la familia. Mejor hable con él sobre cómo su tardanza le ha afectado a usted. No ha podido descansar por esperarlo. Pero usted todavía se tiene que levantar a la hora regular en la mañana, preparar el desayuno, hacer los deberes de la casa e ir al trabajo. Pero la falta de consideración de su hijo le ha causado varios inconvenientes, así que él tendrá que hacerse responsable por algunos de sus deberes para que usted pueda irse a la cama temprano mañana.
Finalmente y a pesar de todo lo que se escucha o se lee, los adolescentes confían en sus padres más que ninguna otra persona para guiar la formación de sus vidas. En lo que a la moral y la ética concierne, creencias políticas y religiosas, los adolescentes casi siempre tienen más en común con sus padres que lo que ellos se dan cuenta. Como padre de familia, busque más allá de lo superficial, más profundamente que lo que el comportamiento sugiere para descubrir la persona que su adolescente está a punto de llegar a ser. Su adolescente quizás quiera teñirse el cabello de morado, o se hace perforaciones en todo el cuerpo, pero estas expresiones pueden no estar relacionadas con quien él es y quién llegará a ser. Pero a la misma vez que muchos de los comportamientos de su adolescente no son de mayor consecuencia, algunos no sólo pueden ser dañinos si no mortales.
Los padres necesitan hablar con sus hijos y aclararles que muchas de las amenazas a su salud y felicidad en el futuro no por casualidad suceden, si no porque así lo escogieron – decisiones como beber alcohol y manejar, fumar, coger las drogas, entrar en la actividad sexual, y dejar el colegio.
Las investigaciones indican que los adolescentes que ejercen un comportamiento riesgoso tienen mas probabilidad de ejercer otros, entonces los padres deben ser directos y francos y hablar a sus hijos sobre las consecuencias mortales que conlleva abrir esa caja de Pandora.

Se parte inocentemente de las fiestas


Sin pensarlo dos veces, un niño se toma una cerveza en la fiesta. Y ve su efecto: está más relajado, habla fluidamente, se atreve a acercarse a esa niña tan bonita. Lo encuentra rico y consume en situaciones sociales.
La mayoría queda ahí, pero alrededor del 10% se transforma en alcohólico. Aunque en las últimas décadas ha variado la definición de esta enfermedad, existen dos conductas que definen esa condición. Un joven es alcohólico cuando necesita tomar todos los días o cuando se emborracha cada vez que toma porque no tiene capacidad de parar.

La importancia de la genética:
Pero el componente genético, también es determinante. Estudios norteamericanos han comprobado que el cerebro de ciertas personas convierte el alcohol en una sustancia química de gran dependencia.
El cuerpo humano transforma el alcohol en acetaldehído, sustancia muy tóxica, que, luego de un proceso químico, felizmente se elimina como dióxido de carbono y agua. En personas genéticamente predispuestas, en cambio, una pequeña cantidad del venenoso acetaldehído no es eliminada y se va al cerebro donde se convierte en productos que pueden causar dependencia. Esta sustancia, la misma que produce el cerebro con la heroína, es un sedante de fuerte grado de adicción, por ejemplo.
Su cerebro va guardando esta sustancia hasta que, en algún momento de la vida, se transforma en alcohólico. No se sabe por qué a algunos les ocurre jóvenes y a otros, ya jubilados. Lo cierto es que esa persona se siente impulsada a beber aunque sabe que se está dañando. Pierde el control sobre su consumo y el dejarlo trae síntomas de abstinencia, como ansiedad y temblores. Está enfermo.


El papel de la familia: la fuerza de los antecedentes.
El 95% de los pacientes tiene un familiar alcohólico. No se trata de que esté botado en la calle. Sólo con "necesitar" un trago a las ocho de la noche todos los días, ya se es adicto.


Enseñar a tomar desde chico: la gran mentira
Con estos descubrimientos se echa por tierra la idea de "enseñar a tomar". En muchas familias se sirve a los niños un poco de vino u otro trago para que "aprendan". Esto hará que les guste, tomen y, sin saberlo, acumular esa sustancia nociva.
Antes el control social era más fuerte. No había tanto acceso al alcohol, ni plata y era mal visto emborracharse. Ahora es más fácil. Por eso es importante tener presente que, por genética, unos tienen mejor "cabeza" que otros. Mientras más tarde "aprendan a tomar", mejor.


Tomar las decisiones adecuadas

Por otra parte, una manera de evitar que los hijos sigan los "dictados" del grupo es enseñarles a confiar en sí mismos. La base se establece en la infancia. Pero nunca es tarde para empezar a desarrollarles la seguridad confiando en ellos y apreciándolos. Los jóvenes necesitan aprender a tomar decisiones, evaluar los costos y beneficios, los riesgos y consecuencias de lo que quieren hacer. Así sabrán elegir por sí mismos.

Predicar con el ejemplo
Pero, para ir contra la corriente, es necesario también padres que sirvan de modelo de comportamiento, es decir, que no vivan en torno a las bebidas alcohólicas vespertinas o al trago a toda hora. Poner límites y saber dónde están los hijos y con quién, sin distinción de edades ni sexos. Además de estar informados para conversar en un clima de respeto.
Muchos no quieren oír hablar del tema. Por no hacerse problemas, sentirse frustrados o defraudados. "Los padres le entregan toda la responsabilidad al colegio. Pero hasta el padre menos idóneo está mejor preparado que cualquier especialista para enfrentar estos temas.

Pero no hay que olvidar que la ciencia ha probado que el alcoholismo es una enfermedad y que, con el tratamiento adecuado, se puede mejorar

Poca ingesta al comienzo
Con solo dos latas de cervezas se puede manifestar alegría, un juicio algo menor y una menor concentración con una conducta de deshibición social y una mayor tiempo de reacción frente a los estímulos , además los movimientos se hacen mas torpe y hay un menor campo visual. Si uno mide la concentración de alcohol en la sangre la cifra nos da entre 0.5 a 1 gramo por /00
Lengua "traposa"
Cuando uno escucha a alguien hablar “ lengua traposa” puede observar que el andar es tambaleante, puede tener visión doble, existe una conducta descontrolada, se aprecia confuso y las emociones son inestables. El consumo para llegar a esto basta con medio litro de vino o dos vasos de whisky. Si un mide la concentración en la sangre la cifra nos da entre 1 a 1.5 gramos/00.

Riesgo de muerte
Cifras mayores de ingesta las dificultades para hablar y caminar son marcadas, existe tristeza, rabia y se es incoherente, puede haber vómitos y se asiste a un camino de mayor ingesta al riesgo de inconciencia y muerte por parálisis respiratoria.
** no existe una relación estándar entre la cantidad de alcohol ingerida y los gramos de alcohol en la sangre, pues ésta depende del peso de la persona, su estado de salud, la edad, si es hombre o mujer, el hábito que tenga, si ha comido, etc.

Como tomar decisiones

Como tomar decisiones Hay épocas en nuestra vida que tenemos que tomar decisiones importantes pero creo que lo que es “importante” está valorado de una forma errónea. Te puede cambiar mucho más la vida que autobús elijes para ir al trabajo, que decidir si te irás a vivir fuera o no. Imagínate que coges el bus erróneo, un bus que va a tener un accidente grave.
Tal vez si te fijaras en que va lleno de gente y que el conductor está muy distraído no lo hubieras cogido, o a veces por mucho que hagamos no podemos hacer nada ya que se nos escapa de las manos, pero quiero que tengas claro que hay pequeñas decisiones que a simple vista parecen irrelevantes pero que sin  embargo pueden cambiar tu vida para siempre.
Esta sensación de que pequeñas decisiones pueden cambiar tu vida la sienten los adolescentes masculinos de 15 años. Salen sábado tras sábado noche sin perderse ninguno y en la discoteca mirando a todos lados se quedan hasta que cierran. ¿Sabéis de porque su actitud? Porque piensan: “Y si no salgo y justamente esta noche conozco la chica de mis sueños” y cuando se tienen que ir piensan lo mismo: “Y si me voy y justamente ahora conozco la chica de mis sueños”. Por eso salen sábado tras sábado y se quedan hasta que cierra la discoteca porque esperan un milagro, lo único es que al tomar decisiones no basta con tomarlas porque al igual que el joven pasarán dos largos años pero si solo has tomado una decisión y basta, no es suficiente, porque no habrá pasado nada más y entonces habrán pasado dos años eternos que te habrán frustrado un montón.
En el caso del joven dejará de salir tanto y su autoestima estará desmoronada, en tu caso… Depende de la situación

Como tomar decisiones

Cuando nos encontramos ante varios caminos que conducen a un objetivo común hay que tomar uno de estos caminos, debes saber que uno de ellos puede ser que te cambie la vida para siempre, ir al bar de Mariano puede hacer que conozcas a la persona de tu vida, ir al bar de Pepe puede hacer que cojas una borrachera más, pero una cosa tengo que decirte, si no actúas da igual la decisión que tomes, te cambiará poco la vida si no actúas. No sirve de nada ir al bar de Pepe si toda la noche estás bebiendo como un borracho en un rincón, en cambio si intentas conocer personas del sexo opuesto ahí ya estás favoreciendo tu suerte.
Tu vida y tu suerte no la decide el destino o los caminos que tomas, la mayoría de las veces (el 90%) lo decide como actúas en esas situaciones, tienes que saber aprovechar el momento, habiéndote avisado de todo esto voy a explicarte como tomar buenas decisiones.

¿Cómo será más feliz mi vida?

felizCuando te plantees tomar un camino solo debes plantearte dos cuestiones simultáneamente y entre las dos preguntas que te hagas sabrás por dónde tirar. La primera es: “¿Cómo seré más feliz en mi vida?“. En el caso de por ejemplo cambiarte de ciudad para vivir, tienes que pensar eso: “¿El cambiar de ciudad hará que sea más feliz?” . Hay personas que les cuesta mucho tomar decisiones importantes y que serán muy positivas en su vida porque son incapaces de imaginar cómo será su futuro, solo tienen la idea pero no pueden imaginar el futuro del camino que quieren elegir.
Para solucionar esto es tan fácil como acostarse en la cama, cerrar los ojos e intentar imaginar con todo lujo de detalles como será el futuro, hay que imaginarlo siempre de forma positiva para que tú inseguridad y negatividad no haga que tu imaginación destroce tu futuro imaginado. Así que cierra los ojos y de forma positiva concéntrate e imagínate como será el futuro que has elegido.
Esto debería bastar para saber cuanta felicidad atraerá en tu vida, y si aún así te es difícil imaginarlo practica un poco con tu imaginación, debes desarrollarla bien. Una buena manera es que empieces a leer cuentos de fantasía, novelas de terror… letras que te hagan imaginar, debes acostumbrarte a poder imaginar, porque si no puedes imaginar tu futuro te va a ser muy difícil escoger caminos a lo largo de la vida y siempre te estarás dejando llevar, con lo cual serás una marioneta del destino.
Es odioso vivir una vida y no poder controlarla, así que aprende a imaginar y controla tu vida en vez de dejar que la vida te controle a ti. Aprende como tomar decisiones.

¿Amortizaré esa decisión?

La siguiente pregunta es: “¿Amortizaré esa decisión?”. Si un sábado por la noche te llaman y te ofrecen salir, tú puedes pensar: “hombre, más feliz a lo mejor no, estaré más o menos igual, pero si salgo, me moveré y conoceré personas del sexo opuesto, a lo mejor encuentro mi alma gemela hoy”. Si sales con esa actitud positiva y en el pub que vayáis te empiezas a mover y conocer gente, entonces SI estás amortizando tu decisión independientemente de que consigas o no tu objetivo, pero si vas a hacer como el típico adolescente 15 añero, que sale sábado tras sábado y se queda hasta que cierren el local sin haberse movido de su metro cuadrado de baile, entonces mejor no salgas y quédate en casa.
Sin embargo, si por lo menos lo intentas, te pones 5 objetivos durante la noche y los cumples, sal, la cuestión es que vayas amortizando poco a poco tus decisiones y así sabrás como tomar decisiones, tampoco te vas a convertir en un ser social del día a la mañana o vas a encontrar un súper trabajo del día a la mañana.
Si te vas a ir a vivir fuera, eso te hace más feliz, pero no vas a moverte para encontrar trabajo y vas a buscar lo peor, aunque la felicidad tenga un peso enorme, mejor rematar la faena y ya que has hecho el esfuerzo de irte a vivir fuera, amortízalo, cúrratelo y busca un buen trabajo, cueste lo que cueste, busca tu destino porque te lo mereces.
La vida más que en tomar decisiones se basa en saber amortizar esas decisiones, esto es muy importante porque la gente solo toma en cuenta las decisiones y como tomar decisiones cuando lo que más importa es saber aprovecharlas al máximo. Por muy bien que sepas escribir si no pones de tu parte no van a publicar tu libro y aunque tengas la suerte de que si, sino te mueves y esfuerzas no aprovecharás al máximo esa oportunidad.
Aprovecha cada decisión que tomes para amortizarla al máximo y convertirla en una de las mejores decisiones de tu vida, hasta tal punto que tengas un montón de mejores decisiones acumuladas.

LA TOMA DE DECISIONES Un método para resolver problemas de forma autónoma y responsable

1. INTRODUCCIÓN
La autonomía y la toma de decisiones
     Si nos paramos a pensar podemos observar cómo buena parte de las conductas de riesgo para la salud y el bienestar propios y de la comunidad son el resultado de decisiones inconscientes en las que las presiones externas pesan más que la propia determinación. Por ejemplo, el consumo de alcohol puede ser resultado de la publicidad, de la presión del grupo de amigos o de la tradición por la cual el alcohol "es de hombres". En todas estas situaciones se consume a causa de una decisión inconsciente, sin reflexión, provocada por la presión exterior. Por eso es tan importante fomentar la toma de decisiones autónoma. Pero, ¿qué quiere decir eso exactamente?. Aclaremos algunos términos:
- Toma autónoma de decisiones: la persona aprende a pensar por sí mismo, a ser crítica y a analizar la realidad de forma racional.
- Toma responsable de decisiones: La persona es consciente de la decisión tomada y acepta sus consecuencias.
     Para una situación concreta, tomar decisiones de modo autónomo y responsable es sopesar los pros y los contras de las distintas alternativas posibles en una situación y aceptar las consecuencias de la elección. Así pues, cuando hay que tomar una decisión se debe valorar las posibles consecuencias que se pueden derivar de ella y, si esas consecuencias pueden ser importantes es recomendable no hacer lo primero que se nos ocurra o dejarse llevar por lo que hace “todo el mundo”. Cuando nos enfrentamos a un problema o a una decisión que puede tener consecuencias importantes es necesario pensar detenidamente qué es lo que se puede hacer y valorar cada alternativa.
     A tomar decisiones se aprende. La autonomía se va desarrollando desde la infancia, y a cada edad le corresponde un nivel de autonomía. Durante la infancia muchas decisiones importantes son tomadas por los padres/madres y por otros adultos, pero a partir de la adolescencia las decisiones van siendo cada vez más responsabilidad del joven. En este proceso de aprendizaje también es importante distinguir cuándo no importa ceder ante los deseos de los demás u otras presiones y cuándo es importante seguir los propios criterios.
2. EL MÉTODO PARA TOMAR DECISIONES Y RESOLVER PROBLEMAS
     Si la habilidad para tomar decisiones se aprende, también se puede practicar y mejorar. Parece ser que las personas hábiles en la toma de decisiones tienen capacidad para clasificar las distintas opciones según su ventajas e inconvenientes y, una vez hecho esto, escoger la que parece mejor opción. El método básico sería:
El proceso de los cinco pasos.
1. Definir el problema. Con este paso hay que procurar responder a la pregunta de ¿Qué es lo que se desea conseguir en esa situación?.
2. Buscar alternativas. En este paso es importante pensar en el mayor número de alternativas posibles, ya que cuantas más se nos ocurran, más posibilidades tendremos de escoger la mejor.
Es importante evitar dejarnos llevar por lo que hacemos habitualmente o por lo que hacen los demás.
Si no se nos ocurren muchas alternativas, pedir la opinión de otras personas nos puede ayudar a ver nuevas posibilidades.
3. Valorar las consecuencias de cada alternativa. Aquí se deben considerar los aspectos positivos y negativos que cada alternativa puede tener, a corto y largo plazo, tanto para nosotros como para otras personas.
Para llevar a cabo este paso correctamente, muchas veces no es suficiente la información con la que se cuenta. En este caso es necesario recabar nuevos datos que ayuden a valorar las distintas alternativas con las que se cuenta. Por ejemplo, una persona que quiere empezar a practicar algún deporte, a la hora de valorar las diferentes alternativas, si no dispone de datos suficientes, deberá recabar información sobre: dónde se puede practicar los distintos deportes sugeridos; qué material se necesita; necesidad de un aprendizaje previo, qué costes tienen, etc.
Para cada una de las alternativas por separado, haremos una lista de todas las ventajas y desventajas que comporta. Seguidamente, daremos una puntuación de 0 a 10 a cada ventaja y a cada inconveniente en función de su importancia, teniendo en cuenta que: 0 es “nada importante” y el 10 significa que es “esencial o muy importante”. Finalmente, una vez puntuada cada ventaja y cada inconveniente en esa escala, se suman los números dados a todas las ventajas por una lado y todos los inconvenientes por otro. Si el resultado es positivo es que tiene más ventajas ó estás son más importantes que los inconvenientes.
4. Elegir la mejor alternativa posible. Una vez que se ha pensado en las alternativas disponibles y en las consecuencias de cada una de ellas, habrá que escoger la más positiva o adecuada.
Una vez que se han valorado las distintas alternativas, hay que compararlas entre sí, escoger la que más nos satisfaga. Como normal general, aquella que tenga más ventajas que inconvenientes, o si utilizamos el procedimiento matemático, aquella alternativa que tiene el número positivo más alto.
A veces la mejor alternativa no es ninguna de las propuestas sino que surge como combinación de varias de las propuestas. En el ejemplo, podemos decidirnos por un deporte concreto (fútbol, baloncesto, tenis, etc.) o se puede optar por escoger varios que sean complementarios (por ejemplo, la natación para estar en forma y el fútbol como forma de relacionarse con los amigos/as).
5. Aplicar la alternativa escogida y comprobar si los resultados son satisfactorios. Una vez elegida, deberemos responsabilizarnos de la decisión tomada y ponerla en práctica. Además debemos preocuparnos por evaluar los resultados, con lo que podremos cambiar aquellos aspectos de la situación que todavía no son satisfactorios y además podremos aprender de nuestra experiencia.
      A continuación, practicaremos cada uno de los pasos del proceso de toma de decisiones con un ejemplo.
SITUACIÓN: Una persona quiere realizar la tarde del sábado alguna actividad, pero no tiene preferencias por ninguna.
1. Definir el problema. En este caso concreto, antes de empezar a pensar qué tipo de actividad vamos a realizar, tendríamos que hacernos la siguiente pregunta: ¿Qué queremos conseguir?.
La respuesta a esta pregunta nos ayudará a enunciar correctamente el problema que se nos plantea. Por ejemplo, en este caso, algunas respuestas podrían ser:
- Relacionarse con otras personas.
- Ayudar a estar sano.
- Pasarlo bien.
- Que sea barata.
2. Generar alternativas. Una vez que tenemos claro cuál es el problema, la tarea consiste en pensar alternativas para solucionarlo. Algunas alternativas de solución, podrían ser estas:
- Realizar una excursión
- Ir al cine
- Ir a la discoteca
- Jugar al futbito
Para no complicar el proceso hemos pensado cuatro alternativas, pero podemos plantear todas las que queramos.
3. Valorar las consecuencias de cada alternativa. Para cada alternativa por separado, vamos a considerar las ventajas y desventajas que puede tener. Ahora daremos una puntuación de 0 a 10 a cada ventaja y a cada inconveniente en función de su importancia. Después, sumaremos el total de puntuaciones en ventajas y restaremos el total de puntuaciones en inconvenientes.

Cómo ayudar a nuestros hijos e hijas a tomar decisiones

Educar para la toma de decisiones es uno de los aprendizajes más útiles. Las decisiones que los jóvenes vayan a tomar a lo largo de su vida les ayudarán a madurar, valorarse y apreciar el entorno, les harán más fuertes para afrontar situaciones de riesgo y les facilitarán la elección de su futuro académico y profesional.
Imagen del artículoProbablemente pensemos que es fácil tomar una decisión simple, como elegir la ropa que me pondré por la mañana, qué hacer después de ir al colegio o qué merendar por la tarde. Sin embargo, el asunto se complica cuando hay que realizar una elección cuyo resultado puede tener consecuencias importantes, como el futuro itinerario académico profesional.

Menores escuchados, adultas y adultos independientes

A medida que los niños y las niñas se van haciendo mayores, han de tener la oportunidad de tomar sus propias decisiones. La familia no les debe dar las cosas hechas, ni tiene que estar siempre encima. Por más difícil que pueda ser al principio, los padres y las madres deben dejar que las y los más pequeños se equivoquen, incluso que cometan errores. Si se sobreprotege a los niños y a las niñas no llegarán a desarrollar la confianza en sí mismos, ni aprenderán a asumir responsabilidades o a tomar decisiones por sí solos. No hay que tener miedo, sino todo lo contrario, hay que animarles a ser independientes.
Es necesario que la familia sea comprensiva en el caso de que las cosas no salgan bien a la primera. Hay que valorar su buena voluntad y animarlos a intentarlo de nuevo hasta conseguir el objetivo. Una buena idea es elogiar sus pequeños avances, pero sin caer en elogios excesivos porque éstos acabarán por perder su valor. Las críticas también son necesarias para que conozcan sus puntos débiles, pero nunca se deben hacer críticas personales del niño o de la niña, sino que hay que hacer críticas constructivas y sugerencias aludiendo a que se puede probar de nuevo a hacer las cosas de otro modo, u orientarles en cómo hacerlas para conseguir mejores resultados.
De forma paulatina y al ritmo que establezca cada familia se debe ir asumiendo la participación e implicación de todos los miembros en la toma de decisiones y en la realización de actividades. Aceptar que los niños y las niñas tomen sus propias decisiones con sentido crítico fomentará, además, en ellos el espíritu emprendedor y la iniciativa personal; dos valores muy importantes para la vida adulta.
Es esencial que los niños y niñas ganen en seguridadPara que una niña o un niño se atreva a expresar su opinión cuando le pase algo, cuando vea algo injusto a su alrededor o cuando quiera participar en una conversación de grupo, es necesario que previamente haya tenido esta libertad en su casa. Para desarrollar la confianza en sí mismo, aprender a tomar decisiones y convertirse en una persona independiente es necesario que en el núcleo familiar se escuche a los hijos e hijas, se les deje acabar las frases y se les permita interrumpir una conversación de vez en cuando. Para obtener un buen nivel de autoestima es necesario que la familia transmita seguridad. Los psicólogos infantiles recomiendan recordar a los niños y niñas que son importantes y reafirmárselo asiduamente con frases como: “tienes tu propia personalidad, tu propia voz y tomas tus decisiones”.
Es importante acostumbrarles a que tomen sus propias decisiones y a respetarlas, eso sí, recordándoles que serán también responsables de las consecuencias que sus decisiones conlleven. Si los niños y las niñas ven que en su casa cada miembro se involucra en la toma de decisiones y se responsabiliza de sus actos será mucho más fácil que ellos y ellas también aprendan a actuar de esa manera.
En los casos en los que la familia no esté de acuerdo con alguna de las decisiones que el menor o la menor ha decido tomar es importante hacérselo saber y establecer entre todos un diálogo constructivo en el que el niño o la niña explique no solamente qué es lo que quiere hacer, sino también por qué lo quiere hacer, cómo justifica esa decisión y si ha pensado en las consecuencias que pueden producirse.
Formación optativa
Hay ocasiones en las que los niños y niñas necesitan ayuda para tomar decisiones que posiblemente tengan consecuencias en su futuro, como puede ocurrir a la hora de decidir qué asignaturas se quieren cursar o a qué clases extraescolares apuntarse. A la hora de escoger las clases extraescolares hay que tener en cuenta el horario de los menores a fin de evitar que se sobrecarguen. Lo mejor es que estas clases extraescolares sirvan como complemento a los estudios y atiendan a sus intereses.
También hay que tener en cuenta que no es lo mismo elegir una clase extraescolar, donde no pasa nada si el niño o niña se cansan al segundo día, que ayudarles a elegir unas asignaturas optativas o unos estudios determinados. Lo mejor que se puede hacer para que los menores no tomen una decisión equivocada es sugerirles que piensen con detenimiento qué es lo que realmente quieren estudiar, que procuren asesorarse en los servicios de orientación, sopesen sus posibilidades y finalmente maduren si su elección les va a ser útil o prefieren explorar opciones cuando las cosas no están muy claras. Es bueno que las personas se equivoquen de vez en cuando para aprender de la experiencia y aunque no conviene que en la educación se tomen decisiones erróneas siempre hay posibilidades de recapitular y enmendar los errores.
Las familias deben saber que en este campo pueden obtener ayuda de los servicios de orientación escolar. La orientación escolar es un proceso de ayuda al alumnado y sus familias para que estos sean capaces de resolver los problemas y dudas de su vida académica. Pretende ayudar a que la persona elabore un concepto adecuado de sí mismo y de su papel. No es un proceso puntual, sino continuo en el tiempo, que persigue como objetivo el desarrollo de la persona. La ayuda para la toma de decisiones es una responsabilidad compartida, dentro de cada escuela, por las familias, profesorado, tutores/as y orientador/a.
Ahora bien, deben ser los hijos e hijas quienes tomen la decisión final para sentirse implicados en el logro de objetivos y para ello los padres y madres deben ayudarles a buscar su verdadera vocación, pero con mucha calma. También pueden involucrarse en la toma de decisiones buscando información sobre lo que ofrece el mercado en cuanto a instituciones educativas y su oferta formativa, duración de los cursos, en qué consisten y las posibilidades de futuro académico y profesional.

PEQUEÑOS TRUCOS
¿Cómo ayudar, entonces, a tomar decisiones?
Es importante que los padres y madres acompañen a sus hijos en este aprendizaje sin sustituirles, y respetando la decisión tomada, a fin de que puedan experimentar las consecuencias de lo decidido. Comenzarán por decisiones sencillas, para ir incorporando poco a poco otras situaciones más complejas. No podemos esperar que cuando sus hijos lleguen a ser “mayores” tomen decisiones adecuadas si no han ido incorporando paulatinamente esta destreza en su formación.
  • Dejar claro que podrán tomar sus propias decisiones siempre y cuando respeten el marco de una normativa o un sistema establecido y consensuado por la familia.
  • Hay que dejarles que se equivoquen.
  • Cuando algo salga mal, no hay que criticarles, sino alentarles a repetirlo hasta que les salga mejor.
  • Elogiarles sin caer en el halago excesivo y sin sentido.
  • Hacer siempre sugerencias y críticas constructivas, nunca personales.
Podemos contribuir a aumentar la capacidad para tomar decisiones si ayudamos a:
  • Resolver los problemas que crea la necesidad de tomar una decisión.
  • Buscar más de una solución.
  • Seleccionar una de las alternativas mediante la valoración de sus consecuencias.
  • Valorar la eficacia de las decisiones por medio de una discusión posterior.
Procedimiento para la toma de decisiones:
  1. Considerar todas las opciones posibles
  2. Considerar las ventajas e inconvenientes de cada opción
  3. Elegir

Es tu decision! toma de desiciones

Es tu Decisión (toma de decisiones)


EL TEMA
Los jóvenes hoy se enfrenta con un gran dilema: tienen que tomar decisiones, pero cuentan con muy poca experiencia en eso. Necesitan ejercitarse para hacerlo desde una perspectiva cristiana. Esta Conversación dinámica les dará una oportunidad de aprender a tomar decisiones como cristianos.

PARA COMENZAR
Empezaremos por envolver en papel de regalo un objeto de valor (como un vale para un regalo o un billete), algo desechable (como un vaso plástico o algo feo o extraño), y un paquete vacío. Anunciemos que entre estos regalos hay uno que a ellos les gustaría recibir, otro que contiene algo sin valor y un tercero que no tiene nada adentro. Dividámoslos en grupos y que juntos decidan cuál regalo escoger. No pueden tocar los regalos antes de elegir. Una vez que hayan decidido qué regalo van a querer, deben decidir qué grupo elige primero. Puede ser por sorteo, sacando palillos o tirando la moneda.
Probablemente notemos desacuerdos dentro de cada uno de los grupos, pero tienen que llegar a una decisión. Luego de que han tomado los paquetes, digamos algo como: “Ya que les ha sido difícil elegir el regalo que querían recibir, es un buen momento para hablar de la toma de decisiones”.

EL DEBATE, PREGUNTA POR PREGUNTA, Necesitarás hojas de trabajo
1. Preguntémosles qué decisión importante creen que tendrán que tomar en el futuro. ¿Qué tienen en común las decisiones de la mayoría?

2. Hablemos de todas las decisiones, las más difíciles y las más fáciles. ¿Por qué unas son más difíciles de tomar que otras? Pidámosles que aporten las respuestas de su lista.

3. Los jóvenes casi nunca piensan en las consecuencias de sus decisiones.
Plantearemos una situación hipotética. Por ejemplo que alguien les ofrezca droga durante una fiesta. ¿La aceptarían o no? Organizaremos una lluvia de ideas sobre las consecuencias. ¿Vale la pena? Hay decisiones que tomamos de un modo impulsivo y que no son necesariamente dañinas.
Pero, preguntarnos “¿y después qué?” puede ayudarnos a evaluar si nos conviene o no.

4. ¿A quién acuden los jóvenes del grupo para pedir consejo a la hora de tomar una decisión? Hagamos una lista de sus sugerencias, y discutamos maneras prácticas de tomar decisiones: (1) analizar los hechos, (2) tomar en cuenta todas las alternativas, (3) buscar un buen consejo, (4) orar y (5) elegir la mejor opción.

5. Intentemos relacionar estos versículos bíblicos con situaciones prácticas.
Los animaremos a que busquen la perspectiva de Jesús cuando deban tomar una decisión.

EL CIERRE
Las grandes decisiones son, en realidad, la suma de pequeñas decisiones. La elección de hoy será el fundamento del futuro. Los animaremos a que empiecen a tomar decisiones sabias en cosas pequeñas, para que no les resulte tan difícil tomar decisiones importantes.
El sabio busca el buen consejo y piensa en las consecuencias de sus decisiones.
¿Cómo va a afectar esto a quienes me rodean? ¿Y mi propia vida? Todos en algún momento tomamos decisiones equivocadas. Es normal y nos sirve para aprender de los errores. La mayoría de las veces se nos presentan solo dos opciones: una buena y una mala. Y frente a ciertas circunstancias es difícil saber qué hacer o qué elección es la correcta. Animemos a los jóvenes a presentar ante Dios sus decisiones y a buscar su sabiduría. Él los guiará a hacer lo correcto y a convertirse en hombres y en mujeres de decisión.
Destaquemos que Dios perdona y no toma en cuenta nuestras malas elecciones del pasado cuando nos arrepentimos. Esa es la parte más maravillosa de la gracia y la misericordia de Dios. Si llevamos nuestras cargas delante de Dios, él es justo y fiel para perdonarnos y quitar de nosotros la culpa y la frustración.

UN POCO MÁS
● Muchas veces los jóvenes recurren al consejo de los mayores pero no toman en cuenta que ellos, o sus padres, tuvieron que enfrentar las mismas situaciones. Tal vez podríamos invitar a varios adultos a la reunión del grupo de jóvenes, algunos universitarios o profesionales. Les presentaremos la lista de situaciones de la parte anterior y que cada uno señale qué decisión hubiera tomado. A los jóvenes les daremos la posibilidad de hacerles preguntas. Usaremos este tiempo para construir el respeto por las opiniones de los otros.
● ¿Cómo toman sus decisiones los jóvenes no cristianos? ¿Y los adultos?
Algunos acuden al horóscopo, otros a foros de Internet, o a columnas de consejos de revistas o a programas de televisión de ayuda telefónica. ¿Qué otras opciones hay? ¿Cómo quiere Dios que tomemos nuestras decisiones?
¿Cómo pueden hacer los jóvenes del grupo para tomar decisiones de acuerdo con la voluntad de Dios, aun cuando no puedan oír su voz?

Toma de decisiones en los adolescentes



Objetivo: Identificar los factores que implica tomar una decisión, analizar las consecuencias de los actos, aprender a decidir y elegir correctamente las decisiones, tomando en cuenta a quienes afecta directamente, aprender a recibir consejos sin caer en el enojo o egoísmo, tener una mente receptiva para saber elegir correctamente entre cada situación.



Desarrollo: La toma de decisiones es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las alternativas o formas para resolver diferentes situaciones de la vida, estas se pueden presentar en diferentes contextos: a nivel laboral, familiar, sentimental, es decir, en todo momento se toman decisiones, la diferencia entre cada una de estas es el proceso o la forma en la cual se llega a ellas. La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una alternativa entre las disponibles, a los efectos de resolver un problema actual o potencial, (aún cuando no se evidencie un conflicto latente).

Decisiones. Son combinaciones de situaciones y conductas que pueden ser descritas en términos de tres componentes esenciales: acciones alternativas, consecuencias y sucesos inciertos.

Resultado. Son situaciones describibles públicamente que ocurrirían cuando se llevan a cabo las conductas alternativas que se han generado. Como todas las situaciones son dinámicas y suponen que si se continúa la toma la acción el resultado puede variar.

Consecuencias. Son las reacciones evaluativas subjetivas, medidas en términos de bueno o malo, ganancias o pérdidas, asociadas con cada resultado.

Incertidumbre. Se refiere a los juicios de quien toma la decisión de la propensión de cada suceso de ocurrir. Se describe con medidas que incluyen probabilidad, confianza, y posibilidad.

Preferencias. Son conductas expresivas de elegir, o intenciones de elegir, un curso de acción sobre otros.

Tomar una decisión. Se refiere al proceso entero de elegir un curso de acción.

Juicio. Son los componentes del proceso de decisión que se refieren a valorar, estimar, inferir que sucesos ocurrirán y cuales serán las reacciones evaluativas del que toma la decisión en los resultados que obtenga.

''Nada es más difícil y más precioso que saber decidirse'', dijo en cierta ocasión Napoleón Bonaparte, emperador de Francia en el siglo XIX. Es muy probable que estemos de acuerdo con esta afirmación, dado que por lo general valoramos la capacidad de controlar nuestra propia vida. Al mismo tiempo, muchos adolescentes han aprendido que a veces no resulta nada fácil tomar una decisión. Sea que nos resulte fácil o difícil, tomar decisiones es una tarea cotidiana inevitable. Cada mañana nos levantamos y hemos de decidir que ropa ponernos, que desayunar y como ocuparnos de otros muchos asuntos durante el día. La mayoría de esas decisiones son de menor importancia. Los adolescentes rara vez piensan en ellas, y casi nunca les quita el sueño si fueron acertadas o no.





Por otra parte, algunas decisiones son trascendentales. En el mundo en que vivimos, muchos jóvenes deben decidir a que se dedicarán, y determinar el tipo y la duración de sus estudios. Más tarde o más temprano, la mayoría tendrán que optar por casarse o permanecer solteros. Los que se quieran casar deben plantearse: ‘‘¿Tengo la edad y la madurez necesarias para casarme? ¿Qué clase de cónyuge deseo, o lo que es mas importante, que clase de cónyuge necesito?''.



Pocas decisiones en la vida influyen en nosotros más profundamente que la elección de cónyuge. Es esencial que tomemos buenas decisiones en los asuntos mas importantes, pues nuestra felicidad depende en gran manera de lo que hagamos. Hay quienes creen que son totalmente capaces de tomarlas y si se les brinda ayuda, la rechazan. ''El sabio escucha y absorbe mas instrucción''. La mayoría de nosotros hemos tomado malas decisiones en alguna ocasión, simplemente por no hacer caso de los consejos que otros nos dan. Sin embargo hay que aprender a recibirlos.

3 temores que afectan la toma de desiciones

 

“El mayor error que usted puede hacer en la vida es ser continuamente temiendo que hará una”. -Elbert Hubbard
Tomamos decisiones todos los días. Algunos son tan automáticas que apenas les aviso. En mi libro, ¿Cómo puedo elegir? 5-paso un plan para la toma de decisiones sólida como una roca, hablo de tres temores que hacen que las personas que dudan o no hacer ciertas elecciones
Hay muchas preguntas y puntos a considerar en la toma de decisiones, grandes o pequeños. He encontrado las siguientes inquietudes en repetidas ocasiones llegar, causando estrés y ansiedad para muchas personas.
Cada uno de estos problemas se basa en el temor: de rechazo, de lo desconocido, están solos, abandonados, el fracaso, siendo avergonzado … Aviso de que la mayoría de los que relacionarse.
Miedo # 1: ¿Cómo puedo estar seguro de que mi decisión es la correcta?
A menudo, las personas que están luchando con la toma de decisiones dígame su mayor reto es estar seguro de su decisión es la correcta. A menudo parece que se están llevando el peso del mundo sobre sus hombros, sensación de presión para llegar a las decisiones correctas. ¡Menos mal! De hecho, el temor de que un error es un motivo a tantas personas dilatar.
¿Qué hace que una decisión acertada?
¿Qué hace que algo que la decisión equivocada?
¿Cómo distinguir entre los dos?
¿Diría usted que un derecho es una decisión que:
* Hace que todo el mundo feliz? (Vamos, que incluso es posible?)
* Tiene un resultado positivo – una que realmente desea o como?
* Va sin problemas?
* Se siente bien?
* Lleva el menor consecuencia, o causa una interrupción mínima o cambiar?
¿Diría usted que una decisión equivocada es aquella que:
* Si hubiera problemas no previstos?
* Producido un resultado que no ha funcionado de la manera que usted esperaba o quería?
* Causados estrés, malestar o dolor emocional para ti?
* Coste de tiempo, la energía o el dinero que no estaban preparados para gastar? * Malestar otros?
Vamos a eliminar la idea de buenas o malas decisiones, si? Bueno, malo, a la derecha, mal … en función de quién? De acuerdo con lo que las mediciones y que los creó?
En cambio, la idea de hacer las mejores decisiones en cualquier situación dada en ese momento en el tiempo. Acercarse a imaginar situaciones con la intención de hacer la mejor elección de alojamiento, con lo que sabe y lo que su corazón (que “a sabiendas de interior” dentro de ti mismo) es, naturalmente, atraen. Cuando digo que su corazón, me refiero a la escucha de sus instintos y gut respuesta a situaciones de la vida cotidiana y las personas.
En realidad, sólo se puede saber lo que sabe al ser informado y reflexivo en sus opciones. Imagínese ver sus opciones y los resultados como “oportunidades de aprendizaje.” Dejar ir de la presión de tener que tomar decisiones bien o mal puede ser muy liberar y le permitirá evaluar mejor las opciones que tienen ante ustedes. Acercarse a sus opciones con una actitud de curiosidad y con el deseo de aprender que se libre de auto-reproche si el resultado no va a ocurrir.
¿Alguna vez ha tenido una respuesta visceral a una situación que requiere una decisión? ¿Qué hiciste? ¿Ha seguido sus instintos (el corazón)? ¿Te ha hacer caso omiso de su intestino respuesta, como muchas personas hacen, y buscar las opiniones de otras personas para guiar a usted o usted directamente? ¿Cómo funcionan las cosas para usted?
¿Has sentido alguna vez acerca de una decisión firme y, a continuación, usted encuentra cuestionando esa idea después de hablar con alguien más? ¿Qué pasó?
Por un lado, solicitar el asesoramiento de personas a las que dará el respeto que usted ideas y puntos de vista puede que no tenga en cuenta. Por otro lado, puede estar influida por los puntos de vista de personas que se colorean con sus problemas emocionales (como sus temores) y las resoluciones judiciales que, en definitiva, crear más confusión y duda, para usted.
Estamos muy influidos por las personas que dependen de la confianza y de asesoramiento y apoyo. Si está influido por las opiniones de los demás de seguir el curso de acción que es mejor para usted, entonces quién es realmente hacer sus decisiones? Cuya vida le de vida?
He aquí un ejemplo:
Usted está buscando para iniciar un nuevo negocio. Usted tiene muchas preguntas y decisiones que hacer. Usted puede buscar la dirección de alguien que tiene miedo el cambio, el dinero y la incertidumbre. El consejo que usted recibe será probablemente sesgada, con sus temores, que a su vez, podría hacer que usted se fearfull.
Verdad # 1 – Hacer que la mejor decisión, en última instancia, ser la opción correcta para usted. Traiga su sabiduría interior, los instintos, la intuición y en sus decisiones y dejar de vinculación de los resultados. Opciones que son divinamente inspirados siempre le guía a lo que es en su mayor y mejor bien.
Temor # 2: ¿Qué pasa si cometo un error?
¿Qué pasa si vas a hacer? ¿Te imaginas si todos hicieron las cosas perfectamente todo el tiempo? ¿Cómo aprendemos? ¿Cómo crecen como si las personas que siempre hizo todo lo posible desde el primer momento? Lea mi artículo sobre el post: Los errores y fracasos: Claves del éxito
La belleza de un error es que se puede aprender algo nuevo, algo que podría no haber sabido antes de que se puede empezar a integrar y aplicar en las nuevas formas de hacer las cosas. Ensayo y error es una gran curva de aprendizaje.
Frente a una decisión importante, sólo se puede considerar qué es lo mejor sobre la base de lo que piensan, sienten, y la información que tiene en ese momento en el tiempo. Si se necesita más información, obtenga la misma. Si usted está bajo presión o de plazos, creo que si no se siente 100 por ciento a bordo (en el intestino) a decir que sí, entonces la mejor opción es NO. La toma de decisiones por las razones equivocadas (usted siente que debe tener la culpa, se siente influenciado por otros, o se siente temerosa) pocas veces resulta así. Lamenta fluencia y dudas en cuando sentimos la presión de decir que sí antes de que están plenamente comprometidos con la decisión. Incluso después de hacer la mejor elección, teniendo cierto temor, el miedo o la duda es normal cuando se enfrentan con decisiones clave que podrían cambiar la vida.
No hay tal cosa como una decisión perfecta. Si no estás contento con una situación en la que desea seguir siendo, tiene dos opciones:
1. Cambiar la situación.
2. Cambia tu forma de estar en esa situación. Cambia tu forma de pensar, sentir y actuar en esa situación. Acercarse a una persona o situación desde un punto de vista diferente puede crear un resultado diferente que sea más conveniente.
Por ejemplo:
Mi cliente, Dan (no es su nombre real) ha estado buscando otra posición con una nueva empresa durante bastante tiempo. Después de varias entrevistas con posibles empleadores, que escogió una empresa en su opinión ofrece oportunidades de promoción, el desarrollo de competencias y las recompensas financieras. El traslado de su familia, se sintió seguro de su decisión. En el plazo de seis meses, se dio cuenta de su elección fue un error. Para el próximo año y medio, Dan intentado sacar el máximo provecho de su trabajo como él miró a su alrededor para algo mejor.
Fue su decisión inicial de un mal? Yo diría que no. Sobre la base de la información que había en ese momento, su elección parece ser una inteligente. No fue hasta que se involucró con el día a día las actividades que pudo ver claramente la política de la empresa dinámica y operativa. Hacer frente a los desafíos del puesto de trabajo, Dan centrado en la mejora de sus habilidades de liderazgo y ha llevado su equipo a lograr muchos éxitos para la compañía. A pesar de que esta posición no ha funcionado de la manera que esperábamos Dan, obtuvo una mayor confianza como líder, la mejora de sus habilidades de comunicación, y creció como una persona por conocer a quién es. Aprender de esa experiencia, Dan izquierda y la empresa optó por una carrera, una más en consonancia con sus pasiones y conocimientos.
Verdad # 2 – Toda la experiencia, independientemente de los resultados, proporciona oportunidades para aprender y crecer. Su actitud es clave en la forma en que ve cada situación y los beneficios que usted recibe!
Temor # 3: ¿Qué pasa si mi decisión altera los demás?
Tal vez. ¿Su objetivo es tomar decisiones que a gusto de todos? En realidad, eso es difícil, si no imposible, llegar a un objetivo coherente. Las opciones que usted puede hacer o causar cierta angustia ruffle algunas plumas. ¿Y qué si lo hacen? Muy a menudo los mayores saltos que hacemos en nuestra vida provienen de las experiencias que se extienden más allá de nuestras zonas de comodidad y nos retan a pensar, sentir y actuar de manera que sacar nuestras mejores cualidades, fortalezas y regalos!
Si ayudar a los demás es un valor fundamental para usted, cuando se fiel a ti mismo y sigue a tu corazón, se le ayudar a otros a crecer y ser mejor. De esta manera, puede ser un modelo positivo para otros! Cuando usted está siguiendo su corazón, la gente alrededor de usted una experiencia feliz, más energía, y productivo USTED.
Si usted es dueño de su negocio o trabajo dentro de una organización, es posible que se refieren a este ejemplo:
Gail (no es su nombre real) es una estancia en la casa madre con dos niños pequeños. Ella tenía un fuerte deseo de iniciar un negocio basado en el hogar. Ella sabía que para sacar adelante su negocio fuera de la tierra que inicialmente requieren una gran cantidad de tiempo, energía y concentración. Hay muchos negocios y decisiones personales a considerar. Una preocupación principal era el impacto que la construcción de su negocio podría tener en sus hijos, el matrimonio y el tiempo personal. ¿Cómo es el equilibrio que todos? ¿Se molesta porque estaba tan ocupado? ¿Qué pasa si …?
Para tener éxito, Gail y su familia tendrán que hacer algunos ajustes en su relación como una familia. Tener un negocio basado en el hogar ofrecerá muchas oportunidades para crecer y evolucionar como una familia y como un equipo.
No hay garantías de que las elecciones que se hacen a gusto de todos y al final de la forma en que siempre había soñado!
Verdad # 3 – Hacer que la mejor decisión podría desafiar la gente de su mundo a salir de su zona de confort. De esa manera, servir a otros que al proporcionar experiencias para que puedan crecer y convertirse en su potencial.
Creo que acercarse a las situaciones con la apertura y el deseo de aprender y crecer es la mejor manera de experimentar la vida. Los saltos evolutivos que podemos hacer cuando se enfrentan a la adversidad, el conflicto o malestar son enormes. La vida nos reta a salir de nuestra zona de comodidad y se extienden a nosotros mismos para que podamos realizar nuestro verdadero potencial. Proporcionar oportunidades para las personas en su vida para “estirar” es una manera de ayudarles a realizar su propio potencial. Ganar-ganar.
Ninguna decisión se toma una decisión
Su vida está destinada a ser una de las experiencias. Usted debe ser un participante activo en la creación de la vida que desea en vez de ser un espectador de observación pasa por tu vida.
Al llegar a la final de sus días, va a decir que vivió una vida plena con pocas o lamenta profundamente deseado le había hecho tantas cosas de manera diferente debido a que tenían miedo a decir ¡SÍ!

Aprender a tomar desiciones

Introducción

Siempre hay que tener en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de reforzamiento. Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos (Nezu, 2004). En esta página se va a dar una visión muy sucinta de este modelo junto con el clásico de toma de decisiones.

Definiciones clásicas de los procesos de toma de decisiones.

Se presentan a continuación algunas definiciones clásicas de los procesos que se dan el la toma de decisiones y que pueden aclarar de forma importante Dentro de este proceso se dan una serie de conductas que necesitan definición:
Hastie, (2001) plantea una serie de definiciones que sirven perfectamente para aclarar el proceso de toma de decisiones, que es una parte de la resolución de problemas:
  1. Decisiones. Son combinaciones de situaciones y conductas que pueden ser descritas en términos de tres componentes esenciales: acciones alternativas, consecuencias y sucesos inciertos.
  2. Resultado. Son situaciones describibles públicamente que ocurrirían cuando se llevan a cabo las conductas alternativas que se han generado. Como todas las situaciones son dinámicas y suponen que si se continúa la toma la acción el resultado puede variar.
  3. Consecuencias. Son las reacciones evaluativas subjetivas, medidas en términos de bueno o malo, ganancias o pérdidas, asociadas con cada resultado.
  4. Incertidumbre. Se refiere a los juicios de quien toma la decisión de la propensión de cada suceso de ocurrir. Se describe con medidas que incluyen probabilidad, confianza, y posibilidad? (likelihood)
  5. Preferencias. Son conductas expresivas de elegir, o intenciones de elegir, un curso de acción sobre otros.
  6. Tomar una decisión se refiere al proceso entero de elegir un curso de acción.
  7. Juicio. Son los componentes del proceso de decisión que se refieren a valorar, estimar, inferir que sucesos ocurrirán y cuales serán las reacciones evaluativas del que toma la decisión en los resultados que obtenga.
Según estas definiciones el proceso de toma de decisiones sería encontrar una conducta adecuada para una situación en la que hay una serie de sucesos inciertos. La elección de la situación ya es un elemento que puede entrar en el proceso. Hay que elegir los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos. Una vez determinada cual es la situación, para tomar decisiones es necesario elaborar acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar la situación final y evaluar los resultados teniendo en cuenta las la incertidumbre de cada resultado y su valor. Así se obtiene una imagen de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido. De acuerdo con las consecuencias se asocia a la situación la conducta más idónea eligiéndola como curso de acción.

Modelo de toma de decisiones

En el modelo de D´Zurilla y Goldfried se consideran dos dimensiones:
  1. Una orientación al problema que incluye las creencias sobre el control que ejerce el individuo sobre la resolución de sus problemas. A su vez tiene dos factores basados en la teoría de la autoeficacia de Bandura (1997):
    1. La creencia en la autoeficacia en la resolución de los problemas. Basada en la expectativa de eficacia.
    2. La creencia que los problemas de la vida se pueden resolver. Basada en la expectativa de resultado.
  2. Una serie de pasos que configuran un proceso ideal de resolución de problemas y toma de decisiones.

La orientación al problema

La orientación positiva al problema puede dar lugar a:
  1. Ver los problemas como retos.
  2. Ser optimista en el sentido de que los problemas tienen solución
  3. Percibir que se tiene una fuerte capacidad para enfrentar los problemas.
  4. Estar dispuesto a invertir tiempo y esfuerzo en su solución.
Una orientación negativa al problema implica ver los problemas como amenazas.
  1. Creer que son insolubles.
  2. Dudar de la propia habilidad para solucionarlos.
  3. Frustrarse y estresarse cuando se encuentran frente a un problema.
En resumen y de forma más importante, una orientación positiva al problema induce al sujeto a enfrentarse a él, mientras que la orientación negativa le prepara para evitarlo.

Modelo de resolución de problemas o toma de decisiones

La toma de decisiones es la asociación de un curso de acción o plan con una situación determinada. El modelo que se presenta de toma de decisiones tiene los siguientes pasos:
Hacer planes supone:
  1. Realizar un modelo de la situación actual o una definición del problema. Problema se define como “una situación real o anticipada en la vida que requiere respuestas por parte del sujeto para un funcionamiento adaptativo; pero que no están disponibles o no son identificables por él, debido a la existencia de barreras u obstáculos” (Nezu, 2004). Las demandas de la situación pueden venir de exterior; pero también de los objetivos y valores del individuo. Las barreras más comunes para alcanzar los objetivos son: ambigüedad, incertidumbre, demandas en conflicto, falta de recursos, o novedad. En esta fase se incluye la definición de los objetivos que el individuo quiere alcanzar (Nezu, 2004). Cuando se va a resolver un problema es necesario analizarlo y dilucidar cuales son los procesos y aspectos relevantes que están influyendo en la aparición y mantenimiento del problema o qué hace amenazante la situación. En este paso el proceso de alcanzar una conducta adecuada también puede tomar características patológicas. El análisis de las situaciones es un análisis causal, intentando determinar las influencias de unos factores en otros, en el momento actual y en la posible evolución
  2. Generar conductas alternativas posibles dentro del modelo de la realidad que se ha creado. Es una fase que depende de la creatividad del individuo. Se trata de imaginar las alternativas posibles. La crítica y autocrítica juegan un papel que compromete de forma importante la efectividad de este paso. Es preciso suprimir ambas en una primera fase para poder considerar las soluciones sin una censura previa. Se hace siguiendo las reglas del brainstorming, en el que no se realizan críticas ni evaluaciones de las ideas propuestas; cualquier propuesta es aprovechada, completada o variada para generar nuevas soluciones. Las personas con ansiedad social son muy vulnerables a las críticas e inhiben su creatividad por el miedo a equivocarse y ser rechazados socialmente. Este aspecto puede dejar a la persona anclada y sin salida en este paso. Hay que recordar que entre las instrucciones que se dan en los ejercicios creativos como el brainstorming destaca la de actuar con una ausencia total de crítica para generar alternativas que serán evaluadas en otra fase. Dando este paso es importante tener la mente abierta y la conciencia plena para poder salir de los comportamientos establecidos y automáticos (Langer, 2000, García Higuera, 2004) y comportarnos de acuerdo con nuestros valores.
  3. Extrapolar los resultados asociados a cada conducta generada. con objeto de prever los resultados de ponerlas en práctica con los cambios que se producirán en la situación. Es una parte de la resolución de problemas que está muy sujeta a la incertidumbre, porque el resultado de nuestras acciones no depende solo lo que hagamos, sino que son fundamentales las reacciones de los demás que están involucrados en la situación. Saber predecir los resultados de un plan que se ha elaborado es difícil y la incertidumbre juega de nuevo un papel fundamental. Esta fase puede ser una fuente inagotable de sucesos preocupantes, sobre todo si se quiere evitar la incertidumbre que supone la ignorancia de cómo va a reaccionar el otro a nuestro a nuestra actuación. Si queremos asegurarnos de que la conducta del otro no va a ser la que tememos, nos podemos encontrar cogidos en la trampa de la preocupación previendo numerosos sucesos “¿Y si...?”.
  4. Extraer las consecuencias de cada resultado, es decir, valorar la situación generada de acuerdo con los objetivos que se pretenden alcanzar. Para ello se valoran la probabilidad de que un resultado, es decir, su incertidumbre; junto con los beneficios o perjuicios que pueden conllevar que ocurra, es decir, las consecuencias de cada resultado. Esta evaluación se realiza a veces de forma consciente y pensada poniendo en una balanza cada aspecto del resultado; en esos casos se emplean conceptos como Utilidad = probabilidad x valor (Hastie, 2001). Pero muy frecuentemente se evalúa de forma general tomando solamente el sentimiento o la sensación que incluye la impresión global que nos evoca la situación prevista. Esta evaluación puede hacerse de forma automática, es decir, sin un pensamiento consciente, guiándonos solamente por las sensaciones que nos ha producido. En este paso se incluye valorar la incertidumbre de los sucesos.
  5. Elegir la acción que se va a llevar a cabo entre las que pueden producir el resultado que se busca. Una consecuencia inmediata de la evaluación de los resultados es la elección de la conducta más adecuada para resolver el problema. Pero a veces se llega sin duda a cual debe ser la actuación, como fruto de la valoración de las consecuencias; pero, una vez identificada, puede haber problemas para llevarla a la práctica. “Eso es lo que tendría que hacer; pero...”
  6. Controlar el proceso cuando se lleva a cabo la acción. Cuando realizamos una acción entramos en el proceso de control de lo que hacemos, (Carver y Scheier, 1981) en el que vamos monitorizando si el resultado actual va en el camino que esperamos o no. Si no marcha en dirección al objetivo, generamos nuevos caminos o cambiamos los planes en un proceso de toma de decisiones parecido. La preocupación es una acción que va dirigida a tomar una decisión, por eso el proceso se puede monitorizar y controlar como la de cualquier acción que persiga un objetivo.
  7. Evaluar los resultados obtenidos. Es el momento de repasar lo que se ha realizado con objeto de aprender para el futuro. Una revisión rápida del proceso que se ha llevado y de las conductas de los demás nos ayuda para mejorar nuestra toma de decisiones. La evaluación se ha de hacer basándose en los hechos acaecidos y en los resultados reales y medibles obtenidos. Si se quieren evaluar las reacciones implícitas y los sentimientos de los otros se puede caer en la preocupación inútil y destructiva. Así, se pueden realizar revisiones sin fin cuando se consideran las posibles reacciones negativas no explícitas que han podido tomar los otros. “¿Qué habrán pensado?”, “¿habré quedado bien realmente?”… Revisando la propia actuación se pueden tomar en consideración nuevas acciones alternativas que no se habían pensado previamente: “¿si hubiera dicho esto en lugar de lo que dije…?”. Es más fácil sabiendo cómo han reaccionado los otros, ajustar la actuación para obtener el resultado buscado, pero eso solamente se puede hacer en el momento en que ocurre y se tiene que tener la mente abierta y preparada para reaccionar o aceptar nuestras limitaciones y crear una nueva oportunidad para obtener los resultados apetecidos. La revisión de los resultados es un proceso que pretende conseguir mejorar la actuación siguiente, pero, si no se mantiene dentro de unos límites, lo único que se logra es continuar la preocupación después de acabada la acción. Las propuestas terapéuticas en este caso son: aceptar la evaluación del otro es la forma terapéutica de poner coto a los pensamientos, aceptar las propias limitaciones intentando, si fuera preciso, crear una segunda oportunidad, acabar con la revisión si los resultados obtenidos han sido aceptables o si no se prevé una nueva oportunidad de enfrentarse a la misma situación.
A veces se considera la toma de decisiones como la parte que se realiza desde que se tienen las conductas alternativas generadas hasta que se realizan la elección de la acción a llevar a cabo. Pero otras veces se considera que todo el proceso está incluido en la toma de decisiones.

Resumen del proceso de toma de decisiones

Hay modelos clásicos de cómo se toman las decisiones (Hastie, 2001) y existe un esquema básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como hacerlo de forma efectiva y que se ha incorporado a la terapia cognitivo conductual con todos los méritos (Nezu, 2004). Por supuesto que en la práctica clínica no se puede olvidar nunca que las personas no nacieron para ajustarse a los modelos y que hay que determinar para cada paciente que proceso sigue para tomar sus decisiones, teniendo en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de aprendizaje, y es el análisis del método particular que sigue el paciente para resolver sus problemas lo que nos va a permitir analizar la influencia de la preocupación en sus trastornos.
La toma de decisiones consiste en encontrar una conducta adecuada para resolver una situación problemática, en la que, además, hay una serie de sucesos inciertos. Una vez que se ha detectado una amenaza, real, imaginaria, probable o no, y se ha decidido hacer un plan para enfrentarse a ella, hay que analizar la situación: hay que determinar los elementos que son relevantes y obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos y la forma que tenemos de influir en ellos. Este paso puede dar lugar a problemas, cuando se tienen en cuenta aspectos irrelevantes y se ignoran elementos fundamentales del problema. Una vez determinada cual es la situación problemática y analizada en profundidad, para tomar decisiones, es necesario elaborar modelos de acciones alternativas, extrapolarlas para imaginar el resultado final y evaluar este teniendo en cuenta la incertidumbre de cada suceso que lo compone y el valor que subjetivamente se le asigna ya sea consciente o automáticamente. Así se obtiene una idea de las consecuencias que tendría cada una de las acciones alternativas que se han definido y que puede servir para elegir la conducta más idónea como el curso de acción que va a solucionar la amenaza.
Descrito así, el modelo de toma de decisiones puede aplicarse a cualquier situación en la que hagamos un plan para afrontarla y no solamente a las situaciones amenazantes o problemáticas. La preocupación es la conducta de preparar el curso de acción y puede estar asociada a situaciones que nos causan ansiedad, a cualquier problema que queramos resolver o cualquier acción creativa que queramos desarrollar de forma controlada. En este sentido, habría que analizar si preocuparse en tareas que no son problemáticas, por ejemplo, la dedicación excesiva al trabajo; pueden tener la misma función que la preocupación patológica que se describe en el resto de artículo.
El proceso de toma de decisiones se puede llevar a cabo automáticamente o conscientemente, tal y como plantean los modelos aquí mencionados. Pero posiblemente se elija muchas veces el curso de acción sin hacer ningún plan y sin extrapolar las consecuencias, sino más bien siguiendo las primeras reacciones automáticas que se han generado en la situación o simplemente se evite la preocupación y la toma de decisiones. Nezu (2004) define otros estilos de resolución de problemas, el impulsivo que actúa así o el evitativo, que simplemente no se enfrenta al problema. Frente al estilo evitativo, entrar en el proceso de toma de decisiones puede ser un paso adelante.